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lunes, 28 mayo 2012 09:35 AM

Por su lucha contra la corrupción, el procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, recibió Magister Honoris Causa en Ciencias Políticas de la Universidad de Salerno (Italia)

 

En un reconocimiento a su carrera jurídica, académica y a la infatigable lucha contra la corrupción en Colombia al frente de la Procuraduría General de la Nación, el jefe del Ministerio Público, Alejandro Ordóñez Maldonado, recibió el Magister Honoris Causa en Ciencias Políticas por parte de la Universidad de Salerno, en Italia.

En la ceremonia en que le fue entregado el título, el procurador general de la Nación estuvo acompañado por su esposa, la señora Beatriz Hernández de Ordóñez, la cúpula directiva del prestigioso centro educativo europeo, así como  autoridades civiles de la región y reconocidos juristas como Luccio Di Pietro, fiscal general de Salerno; Mateo Casale, presidente de la Corte de Apelaciones de Salerno, Franco Roberti, fiscal del Tribunal de Salerno, Francesco Ferrara, presidente del Tribunal de Salerno; Luigi Majello, representante del Consejo de Abogados y Dario Incutti, presidente honorario de la Sala de lo Penal de Salerno y la Unión Paneuropea de Juristas.

En su intervención, el jefe del Ministerio Público resaltó la necesidad de recuperar principios y valores fundamentales para hacer de Colombia un mejor país, analizó su responsabilidad y retos como procurador general de la Nación; a la vez que insistió en su mensaje de lucha frontal contra la corrupción a la par de la promoción de la ética. 

“Colombia es una sociedad en conflicto, como muchas otras en el mundo, y  la política en ella, a nuestro modo de pensar, ha perdido su ethos caracterizado por la orientación al bien común con base en principios y valores fundamentales; y se ha subordinado al relativismo ético, en claro detrimento del papel central de la persona y de la familia. Ese ethos se debe rescatar fortaleciendo, de un lado,  la institucionalidad con base en una cultura de la legalidad y de la ética y los valores; y, de otro lado, dando prioridad a que las personas formen su ser con base en la familia como modelo formativo de la sociedad”, aseguró.

“Tengo un enorme compromiso con mi país,  en razón de mi condición de procurador general de la Nación, a quien por mandato de la Constitución de Colombia le corresponden, como ‘supremo director del Ministerio Público’, las funciones de vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos; proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad y defender los intereses de la sociedad.  A esta tarea he dedicado todas mis fuerzas desde que fui nombrado en el año 2008 por el honorable Senado de la República. Este inmenso honor incrementa mi deseo de estar siempre a la altura de esa responsabilidad y me estimula, fortalece y llena de esperanza sobre el futuro del país”, dijo.

“Hay que mantener un equilibrio entre la persecución legal de la corrupción y una pedagogía de los valores a nivel social y a nivel del Estado. Es una forma coherente de disminuir la incidencia que la corrupción tiene en la violación de los derechos fundamentales, en la pobreza, en la violencia y en la destrucción de la familia. Tenemos la obligación no sólo de señalar unos parámetros legales para la conducta de los funcionarios sino la de promover valores éticos, así se garantiza la búsqueda del bien común. Las sociedades se degradan moralmente cuando quienes las componen se degradan personalmente y eso se convierte en un contagio, en una enfermedad colectiva”, concluyó.

Este reconocimiento fue hecho al jefe del Ministerio Público en desarrollo del programa de internacionalización de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Salerno y su Máster en Ciencia Política por la Paz y la Integración de los Pueblos. 

PGN | Fecha Publicación: lunes, 28 mayo 2012 09:35 AM

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