Procuraduría solicitó al Ministerio de Salud adoptar medidas urgentes para atender emergencia por covid-19 en Atlántico y el Distrito Especial de Barranquilla

 Bogotá. 28 de mayo de 2020. La Procuraduría General de la Nación solicitó al Ministerio de Salud y Protección Social adoptar medidas urgentes que permitan atender de manera prioritaria la emergencia sanitaria en el departamento del Atlántico y el Distrito de Barranquilla, que al 26 de mayo acumula el 13,2% de los casos positivos por covid-19 a nivel nacional.

 

Mediante una acción preventiva, el Ministerio Público pudo establecer que la ciudad de Barranquilla tiene 1.576 contagiados y el resto del departamento 1.443, de los cuales el 73,5% corresponde a los municipios de Soledad con 892 casos, Malambo con 235, y Sabanagrande con 86. 

 

Para el ente de control resulta alarmante que entre el 15 y el 26 de mayo se duplicara el número de casos positivos, pasando de 1.493 a 3.019, cifra que podría ser superior, si se tiene en cuenta que más de 2.200 pruebas se encuentran pendientes de resultado, como consecuencia de la posible saturación de la capacidad de procesamiento de muestras que tendría el laboratorio departamental.

 

Así mismo, advirtió sobre la progresiva saturación de la capacidad del departamento para atender los pacientes que podrían ser internados en unidades de cuidados intensivos, ya que el 90% de las 411 camas de la UCI con las que cuenta la ciudad de Barranquilla se encuentran ocupadas, el municipio de Soledad tiene una ocupación cercana al 100%, y Sabanalarga del 60%, situación que pondría en riesgo la atención de los pacientes que puedan necesitan de estos servicios.

 

Para el órgano de control es perentorio que el Ministerio de Salud y Protección Social designe una comisión interdisciplinaria, que ofrezca acompañamiento y asesoría al departamento de Atlántico y al Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla, que permita garantizar la implementación adecuada y oportuna de las políticas y protocolos necesarios para mitigar los crecientes riesgos de morbimortalidad en la región, focalizando y diferenciando las líneas de actuación de acuerdo a las realidades y necesidades de ese territorio.